
Antes de la pandemia, uno de cada tres habitantes de la región, no tenía acceso a alimentos suficientes para subsistir
El procesamiento de los alimentos y las bebidas tiene su origen en la necesidad humana básica de combatir el hambre por medio de su conservación para así poder consumirlos de manera segura, sin deterioro de sus propiedades y sin riesgo en periodos mayores de tiempo.
La región registra más de 47 millones de personas en situación de hambre