Un nuevo informe de Accenture revela una realidad preocupante: la productividad global —medida como EBIT ajustado por inflación por empleado— ha aumentado apenas un 1,4% anual en promedio desde el año 2000, a pesar de la acelerada inversión en tecnología.
Sin embargo, un 25% de las compañías a nivel mundial sí ha logrado elevar su productividad hasta un 8%, demostrando que es posible generar crecimiento real cuando la tecnología, como la inteligencia artificial generativa (IA Gen), se convierte en un catalizador estratégico, y no solo en una herramienta de reducción de costos.
La paradoja de la productividad: ¿por qué la tecnología no ha rendido frutos para todos?
En las últimas dos décadas, el mundo ha sido testigo de avances tecnológicos sin precedentes: automatización, digitalización masiva, big data y más recientemente, la IA generativa. No obstante, el retorno de estas inversiones no ha cumplido con las expectativas para la mayoría de las empresas. Según Accenture, esto se debe a que muchas organizaciones siguen enfocándose únicamente en la eficiencia operativa y la reducción de costos, sin considerar la productividad como un camino hacia el crecimiento sostenible.
Casi la mitad de los ejecutivos encuestados aún asocian productividad con gestión de costos, mientras que solo un 20% la vincula directamente con el crecimiento, la innovación o el aprovechamiento pleno del talento y la tecnología.
Qué están haciendo diferente las empresas más productivas
1. Redefinir la productividad más allá del ahorro
Las organizaciones que lideran en productividad han abandonado modelos de negocio complejos. Están simplificando procesos, integrando tecnologías avanzadas y estrechando vínculos con socios estratégicos. Además, están utilizando datos de manera inteligente para tomar decisiones basadas en relaciones claras entre personas, procesos y resultados.
Según Carolina Botero, presidenta de Accenture Colombia, “las empresas exitosas en productividad están replanteando cómo utilizan todos sus recursos —capital, fuerza laboral, tecnología y conocimiento— para mejorar eficiencia, calidad e innovación”.
2. Apostar por el crecimiento: más inversión, no solo recortes
Las compañías con alta productividad están aumentando sus gastos operativos por empleado en más del 6% anual desde 2015, y estos esfuerzos se ven reflejados en un crecimiento proporcional de ingresos. En cambio, las empresas menos productivas, aunque logran reducir costos, no consiguen transformar ese ahorro en rentabilidad.
Estas organizaciones líderes duplican la inversión en TI por empleado en comparación con sus pares y aumentan esa inversión tres veces más rápido. Además, destinan recursos a la formación y el desarrollo de nuevas habilidades, lo que amplifica el impacto de la tecnología sobre el conocimiento y el rendimiento humano.
3. IA generativa: el gran multiplicador de productividad
Esta ha emergido como una de las herramientas más transformadoras en el ámbito empresarial. Según Accenture, esta tecnología puede ahorrar más del 12% de las horas de trabajo y, al mismo tiempo, mejorar la calidad de los resultados en un 8.5%.
Botero destaca que “la IA Gen no se limita a automatizar tareas rutinarias. Está rediseñando flujos de trabajo completos, desde la creación de productos hasta la atención al cliente, potenciando la productividad tanto en conocimiento como en procesos”.
De hecho, las empresas que lideran en el uso de IA generativa podrían incrementar su productividad en hasta un 20%.
4. Empoderar al talento: clave para una transformación sostenible
A pesar de los temores en torno a la automatización, el estudio de Accenture enfatiza que el verdadero camino a la productividad es impulsar al talento humano, no reemplazarlo. Las empresas más productivas promueven una cultura de aprendizaje continuo, fomentan la confianza y desarrollan nuevas capacidades que permiten a los empleados maximizar su valor.
“El impacto de una estrategia centrada en las personas puede ser gigantesco. Las organizaciones que implementen una adopción responsable y a gran escala de IA generativa podrían generar un valor económico adicional de $10.3 billones para 2038”, sostiene Botero.
5. Adoptar el cambio como constante
La transformación no es una fase, sino una condición permanente. El 80% de las empresas ya considera el cambio como parte integral de su estrategia a largo plazo. No obstante, solo el 30% se siente preparada para enfrentar las transformaciones que la IA y otras tecnologías imponen.
Las principales barreras incluyen resistencia cultural, desalineación entre capacidades y tecnología, y falta de procesos efectivos de retroalimentación. Frente a esto, Accenture recomienda un enfoque holístico: tratar los desafíos como piezas interconectadas de un sistema, en lugar de problemas aislados.
6. Un nuevo paradigma de productividad
El estudio de Accenture es un llamado claro a repensar la productividad. Las empresas que han logrado crecer en este aspecto lo han hecho integrando tecnología, talento e innovación en una sola estrategia, con una visión a largo plazo.
Este nuevo paradigma no consiste en hacer más con menos, sino en hacer mejor con inteligencia, apostando por un crecimiento sostenido, digital, humano y ágil.
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