Ciberseguridad: El gran desafío latinoamericano que impulsa la innovación digital

Las organizaciones deben adoptar una cultura de ciberseguridad con medidas proactivas más que reactivas, proporcionando a los profesionales las herramientas necesarias y capacitación continua para proteger sus activos digitales.

Latinoamérica se encuentra en una posición única para fortalecer su competitividad en el ámbito digital. Según datos recientes de la OEA, la región requiere entre 500.000 y 700.000 especialistas adicionales para enfrentar las crecientes amenazas cibernéticas, que han evolucionado en parte debido al creciente uso de tecnologías avanzadas, que ha dado paso a ciberataques más sofisticados, automatización y evasión de sistemas de detección.

Es indispensable que las organizaciones enfoquen sus esfuerzos en cerrar esta brecha proporcionando a los profesionales las herramientas necesarias y capacitación continua para proteger sus activos digitales. Adoptar una cultura de ciberseguridad con medidas proactivas más que reactivas, como se suele hacer según Kaspersky, ayuda a reducir el impacto financiero en el negocio, preservar la reputación y la confianza del cliente, mitigar los ataques, cumplir con regulaciones e incrementar la resiliencia organizacional.

Aunque el desafío es grande, también representa una oportunidad para que empresas, instituciones educativas y gobiernos trabajen de modo integral en la creación de un ecosistema de ciberseguridad robusto, que no solo proteja activos digitales, sino que impulse la innovación y la confianza en el entorno digital.

Preparación para un futuro con seguridad informática

Las pérdidas económicas globales derivadas de ciberataques se estiman en 10.000 millones de euros para 2024, según el Foro Económico Mundial. No obstante, las empresas latinoamericanas tienen el potencial de reducir significativamente este impacto adoptando medidas proactivas de seguridad digital. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) precisa que, aunque actualmente solo el 19% de las organizaciones cumple con al menos el 50% de los controles de ciberseguridad, este porcentaje puede mejorar considerablemente mediante la capacitación y el fortalecimiento de capacidades técnicas.

“La ciberseguridad no es solo una necesidad técnica, es una oportunidad estratégica para construir confianza, fortalecer la resiliencia organizacional y mantenernos competitivos en un mundo cada vez más interconectado”, afirma Luciano Monchiero, director del Máster en Cibercrimen y Seguridad de la Información de CEREM.

Formación como punto clave

Invertir en talento humano es el primer paso para convertir los desafíos en oportunidades. Proporcionar formación continua en áreas como criptografía, informática forense, análisis de delitos digitales y planes de respuesta a incidentes permitirá a los profesionales de la región estar mejor preparados para proteger los sistemas críticos y garantizar la seguridad digital.

Desde CEREM Global Business School, se busca liderar este cambio positivo. “Formar líderes en ciberseguridad no solo protege información sensible, sino que también fortalece la confianza de los clientes y abre la puerta a nuevos modelos de negocio en un entorno digital seguro y dinámico”, añade Monchiero.

La transformación digital continúa su curso, y Latinoamérica tiene el talento y la capacidad para ser una región líder en ciberseguridad. Trabajar de manera colaborativa para cerrar la brecha de habilidades será clave para aprovechar al máximo este momento y construir un futuro digital más seguro, competitivo y sostenible.

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