Después de casi un año de rigurosas pruebas y tras recorrer 10.000 kilómetros en diversas altitudes y condiciones geográficas, Flexie, el primer vehículo que combina el uso de bioetanol con energía eléctrica en Colombia, ha demostrado un desempeño sobresaliente.
Este logro representa un firme paso hacia una movilidad más sostenible y consciente del medio ambiente
El Corolla Cross Híbrido Flex Fuel, impulsado por bioetanol 100% colombiano, representa un hito en la movilidad sostenible del país, en línea con la transición energética.
Flexie ha enfrentado desafíos significativos durante su travesía por el territorio colombiano. Desde atravesar el Alto de La Línea hasta recorrer la Ruta del Sol, transitar por carreteras destapadas y explorar los Llanos Orientales y la Costa Caribe, este Corolla Cross Híbrido Flex Fuel ha demostrado su versatilidad y eficiencia.
Este innovador vehículo combina el uso de bioetanol de caña de azúcar 100% colombiana con energía eléctrica y un motor a combustión. Su impacto ambiental es significativamente menor que el de los vehículos convencionales impulsados por gasolina, contribuyendo a reducir la huella de carbono y otros elementos contaminantes en la atmósfera.
Alexandra Pfeil-Schneider, vicepresidenta de Sostenibilidad & Mercadeo en Automotores Toyota Colombia, ha afirmado al respecto: “Después de alcanzar los 10.000 kilómetros en territorio colombiano, Flexie ha superado satisfactoriamente diversas pruebas. El siguiente paso es analizar los datos registrados en el computador del vehículo para obtener más información sobre el comportamiento de todos sus sistemas”.
La Universidad Tecnológica de Pereira ha evaluado exhaustivamente a Flexie, realizando pruebas con mezclas de 20% y 100% de etanol. Los resultados evidencian que las emisiones de hidrocarburos no quemados (HC) son prácticamente nulas, y el vehículo no ha presentado cascabeleo. Además, se ha observado una mejora del 2% en la aceleración y un incremento de 9% en la potencia.
Este tipo de automotor amigable con el medio ambiente, también contribuye al bienestar de miles de colombianos por cuenta de que la agroindustria de la caña genera más de 286 mil empleos directos e indirectos, así como encadenamientos productivos que permiten la compra de insumos por más de 5 billones de pesos, en su gran mayoría de origen colombiano.
“Las condiciones para una mayor producción de bioetanol nacional, así como sus canales de distribución al público en general, permitirán que compañías como Toyota traigan estos vehículos a Colombia de forma masiva; un ejemplo es el caso de Brasil, ya que su apuesta para el cumplimiento de las metas en reducción de emisiones de gases efecto invernadero es el uso de este biocombustible renovable obtenido a partir de la biomasa, el cual es muchísimo más amigable con el medio ambiente”, aseguró Claudia Calero, presidenta de Asocaña.
Desde 2005, cuando inició el programa de oxigenación de la gasolina en Colombia con bioetanol, se han utilizado 1.670 millones de galones de este biocombustible, que han reemplazado el uso de 1.059 millones de galones de gasolina en los vehículos de este país. Esto ha permitido la reducción de cerca de 8 millones de toneladas de CO2, lo que equivale a que en los últimos 18 años se hubiesen sembrado más de 61 millones de árboles.
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