Apícola Santa Laura: un proyecto que encanta con sus mieles

Julio Ospina Muñoz, apicultor con más de 40 años de experiencia en ese dulce sector

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Además de la miel, ya son más de 10 alternativas de negocio que brinda esta iniciativa nacida en Jericó, fruto del tesón de sus promotores y el apoyo y asesoría del Fondo Emprender.

 

Además de la miel, Apícola Santa Laura vislumbra alternativas de producción como cera, propóleo, jalea real y la apiterapia

Sus objetivos de negocio enfocados en ser un proyecto de vida económicamente sustentable, ambiental y que aporte a la seguridad alimentaria, se están logrando.

Hace más de 40 años que en el municipio de Jericó, en el suroeste antioqueño, Julio Ospina Muñoz aprendió a ser apicultor. Desde muy niño su hermano mayor le fue enseñando todo lo relacionado con las técnicas para criar abejas y aprovechar los productos que de ese trabajo se derivan, como por ejemplo la miel, el propóleo, la cera y la jalea real. Él cuenta que algunos de sus familiares trajeron las primeras 5 colmenas y empezaron a trabajar con las abejas y así se le encendió la chispita por temporadas y fue aprendiendo.

Y aunque también se desempeñó laboralmente en otras actividades, Julio recuerda que fue a raíz de la reciente pandemia que surgió la idea de montar el emprendimiento en apicultura en un ciento por ciento, de tiempo completo y como un estilo de vida, motivado también ante la cantidad de accidentes ocasionados por el mal uso de agroquímicos que han puesto en evidencia la necesidad de conservar las abejas y los polinizadores y conceptúa que, “es una labor que hay que hacerla sí o sí, y somos poquitos los que estamos en el empeño de conservar las abejas y los polinizadores que los necesitamos, como dijo Albert Einstein se acaban las abejas y el ser humano en cuatro años morirá de hambre, entonces es una actividad muy enriquecedora para la naturaleza, para la seguridad alimentaria y para el ser humano como tal y para el universo”.

El proceso de Apícola Santa Laura

En febrero del año 2021, el SENA y Minera de Cobre Quebradona lanzaron una convocatoria del Fondo Emprender por $1.500 millones y dirigida a personas de Jericó y Fredonia, en la misma, cada entidad aportó $750 millones, con los objetivos de apoyar a los emprendedores de ambas localidades, crear nuevas empresas y generar empleo en la región.

Fue así como Julio Ospina Muñoz se puso en la tarea de formular el proyecto y, con la respectiva asesoría de los organizadores, mucha dedicación y constancia, presentó la iniciativa de montar en Jericó la Apícola Santa Laura y obtuvo 98.2 sobre 100 puntos, el mejor puntaje de esta convocatoria y empezó a sacar este proyecto para adelante.

El proyecto empieza y Julio ya contaba con 50 colmenas propias y con el apoyo del Fondo Emprender y Minera de Cobre Quebradona, adquirió 100 más y amplió la producción y, aunque en agosto del año pasado tuvo un severo percance por el mal uso de agroquímicos de una empresa agroindustrial de la región en el que resultaron intoxicadas 70 colmenas con el insecticida Fipronil, él, con mucho sacrificio y esfuerzo, literalmente ha sacudido sus bolsillos y ya tiene la reposición por las afectaciones y esta vez, lo hace con 131 colmenas en producción y asegura que el emprendimiento sigue para adelante.

“En la actualidad estamos en un promedio de 10 a 12 kilos por colmena y la producción de miel se comercializa acá mismo en Jericó, antes nos hace falta producción, ahorita que estamos pasando la cosechita de miel de esta zona del suroeste antioqueño, ya vamos a arrancar con la temporada de polen que son dos mesecitos mientras vuelve y llega la traviesa o la mitaca de miel que es en julio y agosto en esta región; se sacan también reinas para reposición de los apiarios y si algún apicultor necesita, también hay reinas de muy buena calidad, de selección adaptadas a la región y también jalea real por encargo, propóleo y hay venta de colmenas y de núcleos también”, afirma con entusiasmo Julio Ospina.    

Las perspectivas del negocio

Y aunque por ahora Apícola Santa Laura es un proyecto regional, que básicamente trabaja entre Jericó y municipios aledaños como Támesis, Pueblorrico, Tarso y Fredonia, muy organizado va paso a paso, lento y seguro, ya está generando más de diez negocios productivos que de él se derivan como la propia miel, el polen, el propóleo, la apitoxina (un veneno secretado por las abejas obreras y que se emplea como tratamiento alternativo para aliviar algunas patologías reumáticas y afecciones articulares), la jalea real, la cera, abejas reinas, núcleos, colmenas, sesiones de apiterapia y el apiturismo. Todas estas alternativas de productividad estarían enmarcadas en la Ley 2193 de 2022, que busca fomentar el desarrollo de la apicultura en Colombia y establecer mecanismos de impulso para sus actividades complementarias. 

 

Aprender de las abejas

Con una gran sonrisa, Julio Ospina Muñoz afirma que el día que no le pican 2 o 3 abejitas así por encima, se pone triste, porque la apitoxina es uno de los componentes esenciales para la buena salud y que la terapia con las abejas y la apitoxina es muy benéfica para la salud humana y que quizás por ello, se mantiene muy aliviado y que ya son varios los años en los que no ha tenido que acudir al médico.

Respecto a cómo ve sus abejas, él afirma que son tan organizadas que se debe aprender de ellas. “Con mis abejas me amaño mucho, me encanta trabajar con ellas, mirar el desempeño, el trabajo, el nacimiento, el desarrollo, la etología que es el comportamiento animal, el componente abeja, la colmena es de los sistemas más organizados, trabajan desde que nacen hasta que mueren”, asegura y complementa: “Si la sociedad tuviera una organización como es la colmena, si tuviera siquiera el 10%, los seres humanos tuviéramos esa organización viviríamos muy en paz, en armonía y muy contentos todos, pero nos falta mucho para llegar allá, hay que empezar por cada uno de nosotros”.

Un consejo para identificar la miel pura

Finalmente, este emprendedor jericoano da su sabio consejo para identificar la miel pura: “olor y sabor y principalmente, un apicultor serio la garantiza y provee miel de buena calidad. Hay que hacer el ejercicio, coger un sobre de miel de pollo de la que venden por ahí que es miel industrial o miel falsificada y coger un poquito de miel de abeja pura, oler y probar, identificar que se sienten los tintes de polen y cera que es muy diferente el olor y sabor de la miel pura a la miel industrial”. 

Si desea contactar a Apícola Santa Laura, puede escribir al WhatsApp 3113935405.